¿Cuál es el problema?
Millones de trabajadores en toda Europa padecen trastornos musculoesqueléticos relacionados con el trabajo (TME). Aproximadamente tres de cada cinco trabajadores de la Unión Europea comunican sufrir TME, de acuerdo con los datos de lasexta Encuesta Europea sobre las condiciones de trabajo.
Los TME de origen laboral son alteraciones que sufren las estructuras corporales como los músculos, articulaciones o tendones, causadas o agravadas fundamentalmente por el trabajo o los efectos del entorno laboral inmediato. Pueden deteriorar significativamente la calidad de vida y la capacidad laboral de una persona, y constituyen una de las causas más comunes de discapacidad, baja por enfermedad y jubilación anticipada.
Los tipos más comunes de TME relacionados con el trabajo son el dolor de espalda y los dolores en las extremidades superiores. Los factores físicos, organizativos, psicosociales e individuales pueden contribuir a su desarrollo.
De acuerdo con la Encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes de 2019, el factor de riesgo identificado con mayor frecuencia en la UE-27 es el movimiento repetitivo de manos o brazos (señalado por el 65 % de los establecimientos). Otros riesgos relacionados con los TME son permanecer sentados durante largos periodos de tiempo (61 %), que a menudo se considera un riesgo nuevo o emergente de TME, la elevación o desplazamiento de personas o cargas pesadas (52 %), la presión temporal (45 %) y las posturas dolorosas o extenuantes (31 %).
Aunque es posible prevenir los TME, siguen constituyendo el problema de salud relacionado con el trabajo más frecuente en Europa. Esto es un motivo de preocupación no solo por sus efectos sobre la salud de los trabajadores individuales, sino también por su impacto perjudicial en las empresas y las economías nacionales.